-Cuando me hablaron de la Expo, pensé en una serie de fotografías que ya venía trabajando: «El lenguaje del agua». Pero había que presentar solo una fotografía, entonces decidí sacar nuevas fotos para el evento. Viajé a trabajar a San Miguel del Monte. Llegué poco después de la inundación, tuve un día libre y salí a recorrer la laguna con mi cámara de fotos. Ahí encontré «la musa», el agua en su más terrible expresión. Las primeras fotos eran juegos de niños tapados por el agua, eso me genero mucha angustia, ya que también fui víctima de la inundación de la ciudad de La Plata. Luego saqué varias fotos del banco y una en especial me fascinó. La llamé «Después» (Después del agua).

-¿Qué sentiste como autora de la obra al ver tu fotografía en exposición?

Es lo máximo. Me genera mucha adrenalina: la preparación, las expectativas, las críticas, et. Es como subir a un escenario. Amo la fotografía.